Resumen:
Este Elogio de la (in)comunicación entiende el silencio como salida y las huidas «por la tangente» como cordura. Desconfía de la palabra como instrumento de la lógica que diluye la barrera entre el pensamiento
crítico y la violencia. Este Elogio de la (in)comunicación, asume y recomienda la multidimensionalidad ante los
embates comunicativos del mundo plano.