Resumen:
La cultura de investigación de Ciencia Abierta (CA) tiene un lugar cada vez más importante en la vida académica de los investigadores y sus instituciones, ya que la apertura de la ciencia ha sido reconocida como la última revolución científica, desafío y nuevo paradigma sobre ciencia en el mundo (Anglada & Abadal, 2018; Bartling & Friesike, 2014; García-Peñalvo et al. 2019; González Pérez, 2022; Labastida, 2018; Ramírez-Montoya, 2015; Stracke et al., 2020; Vicente-Saez & Martínez-Fuentes, 2018).
Actualmente, la mayor parte de los esfuerzos de publicación se ciñen a las prácticas de CA y numerosos gobiernos e instituciones han legislado o normalizado al respecto, con esto es indiscutible el papel de la CA como guía de la práctica científica.
El tema se ha vuelto recurrente y actual en los debates sobre producción científica. Específicamente, el auge de la CA se da cuando organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Unión Europea (UE), y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como gobiernos de diferentes países, han reconocido en la Ciencia Abierta la oportunidad de que los esfuerzos de investigación sean más accesibles a la sociedad y con esto apoyar a la resolución de problemas actuales