Resumen:
La articulación de temas polisémicos y complejos, como el desarrollo, la cultura
y la migración, resulta incongruente y falaz desde la visión euroestadounidense,
no sólo por su parcialidad sino porque encubre el entramado de
relaciones asimétricas entre los centros del sistema mundial capitalista y los
confines de las regiones periféricas y subdesarrolladas, que incorporan a la
mayoría de la población del orbe. Con esas anteojeras, la comprensión del
sistema mundial es incompleta y sesgada. Es necesario, por tanto, incluir
la perspectiva del sur, es decir, la visión de los pueblos subyugados por los poderes
transnacionales y las redes del capital monopolista internacional. Esta
mirada se inscribe en lo que Boaventura de Souza Santos denomina epistemología
del sur, en referencia a:
el reclamo de nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos
válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos
de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales
que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación
causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la
desigualdad en las que se han desdoblado; el valor de cambio, la propiedad
individual de la tierra, el sacrificio de la madre tierra, el racismo, el sexismo,
el individualismo, lo material por encima de lo espiritual y todos los demás
monocultivos de la mente y de la sociedad —económicos, políticos y culturales—
que intentan bloquear la imaginación emancipadora y sacrificar las
alternativas (Santos, 2011: 16).