Resumen:
El escenario social de los inmigrantes y de la sociedad civil, en general, de Estados Unidos fue atacado, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, no por fuerzas extrañas sino por la política ultraconservadora del presidente George W. Bush. La clave interpretativa de este suceso radica en evidenciar cómo Bush crea un régimen de excepción, que le permite atribuirse facultades sobrepuestas a los otros poderes del Estado, vulnerar las libertades civiles y golpear directamente a los inmigrantes laborales, en tanto despliega hacia el exterior una estrategia de agresión para garantizar su hegemonía mundial, para lo cual aniquila de una vez el multilateralismo y emprende guerras de conquista en puntos estratégicos que le permiten garantizar los abastos petroleros, contrarrestar la fuerza del euro y afianzar los intereses de las corporaciones multinacionales estadounidenses.