Resumen:
En América Latina, desde la perspectiva de la
valoración de los indicadores económicos y
sociales, los últimos veinte años presentan un
balance muy desfavorable, de tal grado que
a las décadas de los ochenta y noventa del
siglo XX se las calificó de «década perdida» y
de «media década perdida» respectivamente,
y los inicios del nuevo milenio no indican un
cambio tendencial nítido. El crecimiento de
las economías ha sido insuficiente y las políticas
aplicadas no han tenido la voluntad de
mejorar la distribución del ingreso (la menos
equitativa del mundo), mientras aumentó la
pobreza y el desempleo; esto es, la inseguridad
económica. Incluso, en el último caso,
en 2002 se alcanzaron cotas que son las más
altas de la historia latinoamericana, superando
los peores registros del decenio de 1980