Desarrollo de la creatividad, una explicación desde la psicología educativa

Abstract

Las demandas actuales exigen de las personas conocimientos especializados en áreas principalmente profesionales y laborales, mismas que están en constante transformación, ergo la especificación de habilidades y conocimientos trae consigo un doble riesgo: saber cada vez más sobre menos cosas y que lo que se sabe sea poco aplicable a nuevos contextos. La rapidez con que se trasmite información, implica por su parte, que las personas se adapten a contextos nuevos con mayor frecuencia. Encontrándose así ante un reto aparentemente paradógico: desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes sobre diversas áreas y a la vez generar una flexibilidad mental que permita la adaptación a las situaciones que demanda el periodo espaciotemporal que se vive. La creatividad, señalan Marín y de la Torre (2000), es un concepto emergente que permite vislumbrar la capacidad de innovación que se requiere de las personas como primera exigencia para conformar un futuro enteramente humano. En sus diferentes informes el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO, 2017), ha enfatizado en la creciente valoración que se está atribuyendo a la capacidad creativa y adaptativa de las personas, incluso sobre la especialización laboral y profesional. Esta capacidad creativa es lo que permite a las personas adaptar sus saberes a las solicitudes cotidianas, por lo que se advierte la necesidad de desarrollarla desde los entornos educativos. La psicología como disciplina, específicamente el área educativa ha estudiado los procesos cognitivos que permiten a las personas aprender. En tal sentido, es importante hacer un análisis de las explicaciones que la disciplina psicológica ofrece para impulsar el desarrollo de este importante y cada vez más valorado proceso: la creatividad.