Resumen:
En este artículo se presenta el modelo pedagógico del filósofo neokantiano Francisco Larroyo, poco atendido por los estudiosos de la filosofía en México, quien fue un infatigable hombre de reflexión que creía tenazmente en el pensamiento filosófico de Könisberg, al cual no sólo estudió a fondo, sino que lo transformó a partir de su propia reflexión. Larroyo también estuvo realizando por muchos años una labor incansable en la publicación de textos que sirvieron para la formación de docentes entre los años cincuenta y setenta. Esto nos dice que el neokantismo se deslizó imperceptiblemente entre los profesores de escuelas normales y de primaria y, por tanto, entre los alumnos de estas décadas.