Resumen:
Con un antecedente migratorio de más de cien años entre
México y Estados Unidos que generó importantes
redes sociales y comunidades transnacionales diversas
entre ambos países, es en los años sesenta del siglo anterior
que se consolida el sistema migratorio entre ambos
países con una demanda creciente de trabajadores
mexicanos por el largo crecimiento de posguerra del país
del Norte y una oferta en ascenso constante por el fin de
la etapa del desarrollo sustitutivo de importaciones y el
inicio de crisis económicas recurrentes en las siguientes
tres décadas.
Como resultado de más de cien años de experiencia
migratoria de México a Estados y debido a la continua
expansión de la economía norteamericana de posguerra
y el envejecimiento de su población, que requiere de creciente
mano de obra externa en sectores como el campo, la
construcción y diversos servicios urbanos, se constituye el
sistema migratorio México-Estados Unidos. Así, la migración
mexicana cumple las funciones de abasto del mercado
laboral, apoyo a las finanzas públicas y al sistema de pensiones
en Estados Unidos, con diversos impactos sociales
y culturales en ese país con 37 millones de personas de
origen mexicano, 12.3 millones de mexicanos a junio de
2017 (5.6 millones indocumentados a 2014) que cuentan
con sólidas redes sociales transnacionales que actúan e inciden
en ambos países.
En el caso de México, además de la larga tradición
migratoria desde finales del siglo xix, las reiteradas crisis
económicas de 1976, 1982, 1994 y el “estancamiento
estabilizador” de 1995 a 2017, provocan un crecimiento
explosivo de la migración a los Estados Unidos de 800 mil
mexicanos a finales de los años setenta del siglo anterior
a 12 millones a marzo de 2017. México usa a la migración
internacional como una “válvula de escape” temporal a
sus problemas estructurales de desempleo, pobreza y
marginación con la salida masiva de migrantes y la entrada
de remesas, las cuales pasaron de $5,627 millones
de dólares en 1998 a 26,993 millones de dólares en 2016,
esta última cifra representa el 2.5 por ciento del Producto
Interno Bruto mexicano. Con la revisión del TLC en 2017
a iniciativa del gobierno de Estados Unidos, se incluya
o no el tema migratorio, este seguirá siendo un sólido
gozne en las relaciones económicas, financieras, sociales,
culturales y de seguridad regional entre los dos países.