Resumen:
Con el inusitado crecimiento de las remesas familiares recibidas por México,
que en el año 2004 llegaron a 16,613 millones de dólares según el Banco de
México,1 y que para 2005 alcanzaron a 20,000 millones,2 se creó una gran expectativa,
seguida de un intenso debate, sobre los impactos de éstas en el desarrollo
económico del país y sus diferentes regiones. La amplia experiencia migratoria
internacional de los zacatecanos en Estados Unidos, la integración silenciosa
vía un mercado laboral binacional en los últimos 50 años y la “adicción” a las
remesas que ha desarrollado la economía estatal pueden ser referentes valiosos
para el desarrollo futuro del país y para aquellas regiones que recién se integran,
aunque de manera acelerada, en el proceso de migración internacional que tendrá
resultados diversos, como la mencionada adicción a los recursos generados
por los mexicanos en el exterior.