Resumen:
En México uno de los mayores problemas de salud pública y mental en niños en etapa
escolarizada es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), en el cual
uno de cada 10 mil niños presenta este trastorno. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
define a la salud mental como la capacidad del individuo, el grupo y el ambiente de interactuar
el uno con el otro de forma tal, que se promueva el bienestar subjetivo, el óptimo desa rrollo
y el uso de las habilidades mentales (cognitivas, afectivas y relacionales), la adquisición de las
metas individuales y colectivas en forma congruente con la justicia y la adquisición y
preservación de las condiciones de equidad fundamental.
La importancia otorgada a los problemas neuroconductuales en los niños, específicamente al
TDAH ha ido en aumento; prueba de este interés son las numerosas publicaciones que existen
respecto al tema. Se estima que aproximadamente un diez por ciento de los niños e scolares
presentan problemas de aprendizaje y de conducta, y dentro de este grupo el que consideran
«más seriamente afectado» es el del TDAH, de tres a cinco por ciento de la población escolar.
En México, la población infantil se calcula en aproximadamente 33 millones, de los cuales se
considera que un 15 por ciento tiene algún problema de salud mental. Lo anterior refleja que
aproximadamente 5 millones de niños presentan trastornos mentales y de éstos 2.5 millones
requieren de atención especializada. Se considera que el TDAH afecta entre el cuatro y 12 por
ciento de la población escolar.
Los esfuerzos para explorar las relaciones entre TDAH y factores familiares han arrojado
hallazgos complejos que ofrecen evidencia cada vez mayor de que los síntomas centrales del
TDAH como falta de atención y pobre control de impulsos, son altamente heredables, escasa
evidencia para la hipótesis de que las prácticas de crianza sean las causas reales del TDAH. Sin
embargo, estos mismos hallazgos sugieren que los patrones de interacción familiar pueden ser
una pieza clave para este trastorno; ya que parece estar relacionado con la gravedad y curso
del TDAH.
Para esta investigación cuyo objetivo general fue medir el impacto en función del deterioro de
las relaciones intrafamiliares con niños con sospecha de TDAH que asisten al programa de
USAER-SEDUZAC “M. Altamirano” en el municipio de Guadalupe Zacatecas, 2016; se
valoraron dimensiones entorno a las diferentes áreas del comportamiento de la familia,
analizadas con la Escalas de Impacto Familiar la cual mide 6 dimensiones: Impacto Negativo Social, Impacto negativo en la crianza del hijo, Impacto Positivo en la crianza del hijo, Impacto
Financiero, Impacto Matrimonial e Impacto entre Hermanos; y la Escala de relaciones
Intrafamiliares que evalúa tres dimensiones generales: Apoyo y Unión Familiar, Expresión y
Dificultades en la Familia, a través de un estudio analítico, descriptivo y transversal. La
recolección de la muestra se hizo a través de un censo conformado por el total de l os casos
de niños en edad escolar con sospecha de TDAH; conformada por el total de 86 casos de los
cuales 57 presentó sospecha de TDAH valorado bajo la Escala de Conner para Padres, la cual
evalúa los síntomas del TDAH bajo una escala de tipo Likert, y obt ener así un presunto
diagnóstico; el cual se apegó a lo dispuesto en la Declaración de Helsinki, el Código de
Núremberg y la Ley General de Salud.
Los datos obtenidos de la escala se procesaron mediante el paquete estadístico Statical Package
for Social Sciences (SPSS) versión 15.0, al cual se le aplico la estadística descriptiva e
inferencial. Se llegó a la conclusión de un deterioro drástico en las diferentes áreas del
comportamiento de la familia, se demostró un impacto negativo en los sentimientos gener ados
en la crianza de sus hijos con sospecha de TDAH, se evidencio estrés, frustración, falta de
confianza, tensión física y emocional y problemas conductuales. Se puedo comprobar que las
relaciones sociales arrojaron un impacto negativo informal, un costo económico elevado, las
relaciones matrimoniales deterioradas y una relación entre hermanos dañada. También se
pudo visualizar que la unión y apoyo que la familia brinda al niño con sospecha TDAH
coexisten, el grado de expresión persiste debido a que son capaces de expresar sus emociones,
sentimientos e ideales, y el, grado de dificultad es marcado ya que no presentan capacidad para
afrontar la problemática que están viviendo.
Una vez que se identificó el impacto familiar dependiente de las relaciones intr afamiliares, la
USAER-SEDUZAC debe adaptarse y adecuarse a las nuevas exigencias para mantener su
permanencia, una de estas necesidades son la aplicación de escalas psicosociales para el
diagnóstico severo del TDAH así como la autoevaluación de los docentes y padres de familia,
ya que ello permitirá una retroalimentación de los procedimientos de diagnóstico, tanto del
TDAH como de las principales debilidades de las familias.