Resumen:
El mundo actual se caracteriza por lo que se conoce como mundialización o
globalización, es decir, la creciente gravitación de los procesos económicos,
sociales y culturales de carácter mundial en los ámbitos nacional y regional.
Aunque no se trata de un proceso nuevo, puesto que tiene profundas raíces
históricas, los cambios en términos de espacios y tiempos provocados por la
revolución en las comunicaciones y la información le han dado nuevas dimensiones,
que representan transformaciones cualitativas con respecto al
pasado.
En el último cuarto del siglo XX se consolidó una tercera fase de globalización,
cuyos rasgos principales son la gradual generalización del libre comercio,
la presencia creciente en el escenario mundial de empresas transnacionales que
funcionan como sistemas internacionales de producción integrada, la expansión
y la considerable movilidad de los capitales unida a la persistencia de las
restricciones al movimiento de mano de obra, y el acceso masivo a la información
en “tiempo real”, gracias al desarrollo de tecnologías de la información y
comunicaciones. Asimismo, se advierte una notable tendencia a la homogeneización
de los modelos de desarrollo.