Resumen:
Las actividades de comunicación social de las instituciones han
sufrido desprestigio. La causa se relaciona con las malas prácticas de los
gobiernos que en México las han ejercido. La comunicación social,
entendida como la narrativa institucional que, frente a los ciudadanos,
realizan las dependencias públicas, consiste en un conjunto de estrategias
para la atención a los medios informativos, la difusión de las acciones de
gobierno, las fórmulas para la construcción de la imagen pública, las
relaciones públicas, el cabildeo, más recientemente el manejo de las redes
sociodigitales, entre otras cosas.
El desprestigio de la comunicación social radica, como en otras
dimensiones de la administración pública, en el estilo patrimonialista de
los gobernantes mexicanos. Esto quiere decir que se utiliza la estructura
de la comunicación social ejercida con recursos públicos para favorecer
fines privados con el objetivo de acumular capital político. Para ello, se
maquilla la realidad y se exalta la imagen personal del funcionario en
turno por encima de la institucional.