Resumen:
Como heredero de una tradición occidental muy precisa, el novelista argentino Ricardo Piglia ha asumido que la Modernidad se inició justo cuando el lector intensivo de la Biblia se vio desplazado por el lector extensivo de novelas. En otras palabras, desde que se fue reemplazando la enseñanza religiosa por una educación literaria. Esto explica, entre otras cosas, que la historia de la novela se corresponda con la historia de sus lectores.