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dc.contributorEUMRSG73101332H900es_ES
dc.contributor.otherhttps://orcid.org/0000-0001-8283-9659-
dc.coverage.spatialGlobales_ES
dc.creatorEsquivel Marin, Sigifredo-
dc.date.accessioned2017-09-12T19:00:23Z-
dc.date.available2017-09-12T19:00:23Z-
dc.date.issued2016-
dc.identifierinfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones_ES
dc.identifier.isbn978-607-8439-48-5es_ES
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.11845/432-
dc.identifier.urihttps://doi.org/10.48779/btyj-eb30-
dc.description.abstractEl teatro modifica la experiencia. Explora, experimenta, al tiempo que amplifica el espacio abierto que se despliega entre la vida, la finitud, el deseo y el límite. La forma singular de pensar en el teatro es el acontecimiento de la singularidad de cuerpo(s) en escena. El hombre actúa para darle un significado a las cosas. Actúa para verter el sentido del destino como mascarada, quiere di-vertirse. Actúa para domeñar certidumbres atroces e indagar las verdades más ineluctables que exigen antifaz y risa. La actuación dobla y desdobla la conciencia de la acción. Y la acción humana nunca se efectúa en el vacío, implica la trama de la cultura. Entre lo profano y lo sagrado, nació el teatro en la Grecia antigua. Aristóteles atribuye su origen a las procesiones y fiestas de Dionisos, “un dios desvergonzado que exigía a sus fieles símbolos fálicos y ditirambos que celebrasen el sexo y que se presentasen disfrazados de sátiros con un rabo de cabra”.6 Dionisos exige la teatralidad litúrgica; extraña mezcla de danza, religión, mito, aquelarre. Al principio se valoraba más la mímica y la danza, luego emergió el coro, después los personajes. Ir al teatro era un verdadero acontecimiento cívico y social. A tal grado que Platón condenó la teatrocracia como hoy condenaría la videocracia. Ya los ditirambos griegos atemperan la aciaga impenetrabilidad de los meandros de nuestra interioridad. De ahí que la máscara (dramatis personae) sea mediación entre visible e invisible, palabra y silencio, luz e intimidad. En nuestra cultura, gracias al teatro, la persona-máscara adquiere contenido moral. La persona moral se modela a partir de la máscara social; habría toda una dramaturgia de la identidad.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherPaso de Gato/INBAes_ES
dc.relationhttp://www.filha.com.mx/upload/publicaciones/archivos/20170731163829_de_cuerpo_presente.pdfes_ES
dc.relation.isbasedonPremio de Ensayo Teatral 2017 Cuadernos de Ensayo Teatral Paso de Gatoes_ES
dc.relation.urigeneralPublices_ES
dc.rightsopenAccesses_ES
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/us/*
dc.subjectPEDAGOGÍA [5]es_ES
dc.subject.otherTeatro-
dc.subject.otherPolítica-
dc.subject.otherEducación Estética-
dc.subject.otherCuerpo-
dc.titleDe cuerpo presente, en los umbrales de la finitud (29 tesis sobre teatro, política e inmanencia)es_ES
dc.typebookes_ES
Appears in Collections:*Documentos Académicos*-- UA Docencia Superior

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