Resumen:
El presente trabajo se propone reflexionar sobre el uso ambivalente de la literatura que se dio en la Nueva España dentro de la Inquisición y planteamos que "ambivalente" porque si bien por un lado y a través de un aparato de teólogos calificadores, el Santo Oficio se encargaba de perseguir la herejía y, por tanto, de perseguir u sancionar las ideas contenidas en las obras literarias, ya fueran orales, manuscritas o impresas, anónimas o con nombre de autor, que atentaran contra las buenas costumbres, la ortodoxia de la doctrina, el dogma o las prácticas de la iglesia, o las políticas reales o las autoridades civiles o eclesiásticas - representantes del rey - por el otro estaba obligada igualmente a hacer uso de la literatura para celebrar las festividades oficiales, civiles y religiosas, que mantenían ocupada a la sociedad novohispana, como lo fueron los certámenes literarios organizados para dedicaciones de templos y patrocinios de vírgenes o santos, los arcos triunfales, las juras, las defunciones de personajes importantes y por supuesto los nacimientos, matrimonios y exequias reales.