Sánchez Rodríguez, Sergio; Barajas Vásquez, Gerardo; Ramírez Alvarado, Elena; Moreno García, María Alejandra; Barbosa Cisneros, Olga Yadira
Resumen:
El sistema inmune (SI) tiene como función
primordial la defensa del organismo, a través del
reconocimiento de antígenos potencialmente
patógenos y su eliminación mediante dos mecanismos
efectores: la inmunidad humoral y la inmunidad celular.
Sin embargo, éstos pueden fallar por una inadecuada
respuesta a patógenos (inmunodeficiencia), por falta
de reconocimiento a lo propio (autoinmunidad) o por
una respuesta exagerada e inapropiada a un antígeno
(hipersensibilidad).
Por tanto, el reconocimiento de lo propio y lo no
propio por el sistema inmune es de capital importancia
para el entendimiento de la autoinmunidad. Para
prevenir la autoagresión, el SI cuenta con mecanismos
que le permiten identificar a los antígenos derivados
de la misma (alogénicos) o de otras especies
(xenogénicos) y puede distingirlos de los propios
(singénicos).
Una característica común de las enfermedades
autoinmunes es el rompimiento de la tolerancia a los antígenos propios y una de las consecuencias de esta
disfunción inmune es la producción de autoanticuerpos
que reaccionan contra una gran variedad de proteínas
propias, que son blanco para la producción de
autoanticuerpos.