Heredia Solis, Alejandra; Delgadillo Ruíz, Lucía; Gallegos Flores, Perla Ivonne; Cabral Arellano, Francisco Javier; Esparza Ibarra, Edgar León
Resumen:
Con el advenimiento del desarrollo industrial y minero, la contaminación con metales
pesados se volvió una preocupación cada vez mayor debido a su redistribución en el
medio ambiente a través de ciclos geobiológicos y geológicos, que incluyen la
incorporación a la cadena trófica con severos riesgos para la salud humana. El ser
humano es menos tolerante a la presencia de metales pesados que las plantas, las
cuales son capaces de acumular elementos metálicos en sus tejidos y órganos con
cierta tolerancia (Sipter et al., 2009). El principal problema de los metales pesados es
su bioacumulación y que no son biodegradables, por tanto representan un riesgo
permanente para la salud (Pirrone et al., 2001).
El Mercurio (Hg) por sus propiedades físicas y químicas únicas ha sido identificado
como una sustancia tóxica, persistente y bioacumulable (STPB), y desde hace ya
algunas décadas ha causado preocupación en la mayoría de los países desarrollados,
que han implementado estrategias que comprenden investigación científica, desarrollo
de marcos legales, programas de reducción de emisiones de Hg, iniciativas de
recolección y reciclaje de productos con contenido de Hg y advertencias sobre el
consumo de alimentos contaminados por este metal (PNUMA, 2002). El Consejo de
Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente concluyó
que se había obtenido conocimiento suficiente de los efectos nocivos del Hg y sus
compuestos a escala mundial.La literatura reporta que el Hg induce muerte celular, y
además aun cuando no son muy claros los mecanismos se le ha asociado con pérdida
de la antigenicidad de la proteína Fibrilarina y la modificación de sus propiedades
moleculares y su función celular(Pollard, et al., 1997 y 2000).
Los metales pesados interfieren con una variedad de procesos celulares, entre los
principales se encuentra la síntesis de proteínas. La traducción es uno de los procesos
más complejos que involucra la acción concertada de un gran número de moléculas de
RNAs y enzimas, en múltiples pasos secuenciales, representa también uno de los
procesos de mayor consumo de energía, por lo que su regulación está finamente
acoplada al estado metabólico de las células, por lo tanto la exposición a factores
ambientales tóxicos (metales pesados) que puedan alterar estos procesos conllevan a
una alteración metabólica generalizada en los organismos, que puede inducir incluso a
muerte celular (Howe y Merchant, 1992).