Resumen:
El mundo de las artes en México durante la segunda mitad del siglo xx se desarrolló y se consolidó gracias
al talento de artistas como Guillermo Arriaga, intérprete de la realidad y de sus elementos mediante los
movimientos de su propio cuerpo en la confección de personajes, animales y fantasías por medio de la música. La carrera que comenzó en el teatro se consolidó en la encarnación de un romántico enamorado, un
apasionado amante o un temperamental anciano y su trascendental “venado”. Alumno de Waldeen y de José Limón, Arriaga inventó sus propias realidades por medio del baile como la inmortal pieza Zapata, interpretada en innumerables teatros, plazas, salones y recintos particulares para personajes como Frida Kahlo y Lázaro Cárdenas.