Resumen:
La investigación sistemática sobre el proletariado agrícola en México y su múltiple problemática
comenzó a ser objeto de interés en la ciencia social mexicana al final de los años sesenta y, sobre
todo, en los setenta del siglo XX.
Paré (1991:11) refiere al antropólogo Rodolfo Stavenhagen como el primero en poner la
atención sobre la explotación de un sector de la población rural visiblemente ampliado constituido
por los llamados jornaleros agrícolas. Su análisis (que era su tesis de doctorado en Francia) fue
publicado en México con el título de Las clases sociales en las sociedades agrarias (1969), y en
éste se abordaban los cambios profundos que por entonces estaba experimentando la sociedad
rural de muchos países del tercer mundo reflejados en la creciente urbanización de las ciudades y
el éxodo del campo. Su estudio ponía énfasis en las sociedades campesinas a través de un análisis
sociológico comparativo de las clases sociales y las estructuras agrarias en América Latina y
África. Una de las conclusiones básicas del estudio era que en todos estos países, una clase muy
numerosa de campesinos sin tierra, de jornaleros agrícolas, constituía la base de dichas
sociedades (Stavenhagen; 1996:267).