Resumen:
A mediados de la década de los 1990, apareció en la escena académica la propuesta de un modelo de cooperación organizacional- entre Universidad, Industria y Gobierno- denominado la triple hélice (Etzkowitz y Leydesdorff, 1995). El ensayo emergió en un contexto marcado por la innovación como quehacer constante, y en un ambiente donde los agentes habían redefinido sus roles introduciendo una alta flexibilidad en sus tareas. Las funciones de cada agente -representado por una hélice- en cierto momento podían parecer difusas, tal es la cuestión que tanto el Estado como la universidad pudieran estar generando aplicaciones tecnológicas para ser usadas en la industria: a su vez, la empresa podría estar participando en el financiamiento de las instituciones de la educación superior y de proyectos de investigación, incluso en la formación directa de estudiantes. El modelo se enmarca en un auténtico sistema nacional de innovación, característico de las potencias económicas.