Resumen:
El siglo XVIII español encontró en la sátira el vehículo idóneo para expresar los conflictos y las disputas literarias que el proceso de la modernización de España trajo consigo; y el gusto por la lectura y por el ejercicio crítico de la sátira puso de nuevo en la palestra literaria a autores como Horacio y Juvenal, pero también a otros muchos más cercanos como Quecedo y Cervantes. Durante el siglo de las luces los autores "satíricos" fueron actualizados y admirados como modelos literarios a imitar por tradicionalistas y modernizadores en el afán de ridiculizar las posturas y opiniones de sus adversarios.