Resumen:
Después de la independencia de México el nuevo gobierno decidió romper con el pasado colonial y volvió los ojos hacia el futuro y hacia naciones como Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos de América como modelos políticos a imitar. Para definir su propia identidad, el nuevo país dedicó el resto del siglo XIX y los inicios del XX a edificar lo que sería la mexicanidad y, en buena medida, ésta se cimentó a partir del establecimiento de las diferencias del México independiente respecto de la Nueva España. De este modo, los tres siglos de dominación española fueron adquiriendo tintes negativos, al grado de que se conformó una “leyenda negra” en torno a este período de la historia patria, tal y como es retratado, por ejemplo, en las novelas folletinescas de Vicente Riva Palacio, donde todo era injusticia, crueldad, clericalismo, sometimiento, ignorancia, fanatismo, etc