Resumen:
De forma general, las características de los materiales pueden clasificarse en dos: las que resultan de la naturaleza de su masa y las de su superficie. Algunos ejemplos de las propiedades masivas de un material son resistencia mecánica, magnetismo, densidad, e incluso el precio. Las propiedades que se deben a la superficie son biocompatibilidad, resistencia a la corrosión y, hasta cierto punto, la apariencia estética. Con frecuencia sucede que las propiedades ideales para cierta aplicación no se encuentran en un solo material y la mejor solución es recubrir o modificar su superficie, cuyas propiedades masivas sean ideales para conjuntarse con las de otro material que aporte las propiedades superficiales deseables. La ingeniería de superficies es la rama de la ciencia de los materiales que se encarga de resolver este tipo de problemas. En este artículo se revisan conceptos básicos de esta ciencia con el próposito de comprender cómo puede ayudar al desarrollo de nuevos materiales, modificando su superficie para hacerla funcional.