Resumen:
Anteriormente, el exceso de peso se consideraba signo de belleza, salud y estatus social; en la
actualidad, se sabe que es un problema de índole multifactorial que atañe a un gran porcentaje
de la población. De acuerdo a cifras oficiales en México, en 2016 la prevalencia combinada de
sobrepeso y obesidad en adultos (IMC ≥25 kg/m2) es mayor en las mujeres (75.6 por ciento)
que en los hombres (69.4 por ciento), y la prevalencia de obesidad (IMC ≥30 kg/m2) es más
alta en el sexo femenino que en el masculino.
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Mostrando un aumento de 1.3 puntos
porcentuales para obesidad y sobrepeso según lo registrado entre 2012 y 2016.
Para la población en edad escolar (de cinco a once años de edad), la prevalencia nacional
combinada de sobrepeso y obesidad en 2016, utilizando los criterios de la OMS, fue de 33.2
por ciento (17.9 y 15.3 por ciento respectivamente). Estas prevalencias en niños en edad
escolar representan alrededor de 5’246,908 niños con sobrepeso y obesidad en el ámbito
nacional. En el 2012, esta prevalencia fue de 34.4 por ciento, es decir, 1.2 puntos porcentuales
más que en los recientes resultados, sin embargo, a pesar de esta tendencia de disminución, los
intervalos de confianza de 2016 son relativamente amplios, por lo que no es posible concluir
que la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en escolares haya disminuido.
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Los patrones alimenticios han sufrido una serie de cambios radicales con repercusiones
directas a la salud, donde anteriormente la dieta estaba constituida por el consumo de cereales,
tubérculos, vegetales y frutas; posterior a ello, se caracterizó por un aumento en el consumo de
azúcar, grasas y alimentos procesados finalizando en un mayor consumo de alimentos con alto
contenido de grasa y azúcar y bajo contenido de fibra dietética, provocando obesidad y
sobrepeso.
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En México, existe una media de consumo de 3.7 grupos de alimentos
recomendables (frutas, verduras, leguminosas, carnes no procesadas, agua, huevo y lácteos) y de 2.8 para los grupos no recomendables (carnes procesadas, comida rápida, botanas y dulces,
cereales dulces, bebidas no lácteas endulzadas y bebidas lácteas endulzadas) en niños escolares.
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El notable aumento en las investigaciones realizadas en la última década en cuanto a
alimentación y estado nutricional se debe precisamente a que las tendencias de los índices de
prevalencia de obesidad y sobrepeso se mantienen, así como la gran cantidad de problemas de
salud que se encuentran asociados a este cuadro clínico como la hipertensión arterial, la
diabetes mellitus tipo dos, complicaciones respiratorias, alteraciones del crecimiento, etcétera.
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La importancia de la detección y el control de estas enfermedades a tiempo radica en
modificar los estilos de vida y los hábitos alimenticios de los escolares, con la finalidad de
disminuir los riesgos a la salud, ya que, los niños obesos tienen mayor predisposición a seguir
desarrollando obesidad en etapas posteriores de la vida, así como la aparición de patologías a
temprana edad. Otras consecuencias de la obesidad son problemas físicos, psicológicos y
sociales. Por lo tanto, para poder intervenir de manera certera en esta enfermedad crónica, es
necesaria una mayor comprensión de los determinantes sociales que desencadenan esta
epidemia. Se sabe que hay factores sociodemográficos, culturales y educacionales que han
hecho que la población adopte nuevos patrones alimenticios y diferentes hábitos y costumbres
de alimentación. Todos estos cambios han producido un aumento en la prevalencia de la
obesidad y el sobrepeso en niños de edad escolar.
La siguiente investigación formó parte de un proyecto doctoral titulado «Sobrepeso y
obesidad escolar, impacto del sistema alimentario. El caso de la zona metropolitana
Guadalupe- Zacatecas, 2000-2015»
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. Describe y analiza las principales diferencias en los
determinantes para la construcción de patrones alimenticios de los escolares del sector público
y privado de la Zona Metropolitana Guadalupe-Zacatecas, en el estado de Zacatecas; y se
relacionó el entorno social en el cual están insertos, así como la prevalencia de sobrepeso y
obesidad. De igual forma, se consideró de manera intrínseca el entorno ecosocial del escolar,
como individuo integrante de una sociedad donde nace, crece, se desarrolla, se reproduce y
muere.