Resumen:
El conflicto y la guerra son aspectos que han sido estudiados por diversas disciplinas, pero sobre
todo se han abordado particularmente por la historia militar y la arqueología histórica. La primera
de ellas presenta un amplio abanico de enfoques mediante las cuales se ha intentado comprender
el origen y desarrollo de la lucha armada en diferentes contextos temporales y espaciales. Dentro
de esta serie de posibilidades, llama particularmente la atención aquella óptica que tiene que ver
con el estudio del combate por medio del análisis de los informes o partes de guerra; es decir, un
intento por explicar el conflicto armado a través de la mirada de los propios participantes.
Por otro lado, es indudable que cualquier actividad humana ya sea pretérita o reciente está
geográficamente expresada, de tal manera que la arqueología ha realizado una contribución
fundamental al estudio de la guerra debido a que se ha centrado en trabajar los campos de batalla,
es decir aquellos espacios donde ocurrió la confrontación entre ejércitos antagónicos. A partir del
trabajo arqueológico se ha hecho manifiesto la posibilidad de traducir los patrones de distribución
de los artefactos o evidencia material derivada de dichos enfrentamientos en patrones de conducta
de los militares. Sin embargo, para comprender lo que realmente ocurrió en un combate, es
necesario considerar la información proveniente de los documentos escritos y posteriormente
vincularlos y contrastarlos con el escenario físico donde se desarrolló dicha contienda.
Las batallas refieren a un acontecimiento en donde la mayor parte del tiempo se toman
decisiones, las cuales pueden ser atinadas o equivocadas; de manera que los aciertos y errores
tácticos influirán indudablemente en el curso y la conclusión de las contiendas. La generación de
investigaciones en estos sitios en particular, refiere a una alternativa muy importante para la
generación de datos que auxilie a llenar aquellos vacíos existentes y solventen las posibles
contradicciones que se encuentran en los documentos históricos, debido a que estas fuentes de
información podrían estar elaboradas a partir de perspectivas sesgadas y en ocasiones influidas por
una fuerte carga de interés personal y político con la intención de ocultar ciertos hechos que
podrían perjudicar la reputación de los personajes involucrados en las batallas; pero también
pueden asociarse a la intención de sostener y agrandar en lo posible el prestigio ya adquirido; de
ahí que tales testimonios puedan tener una base inexacta, parcial y hasta fuera de cualquier lógica.