Resumen:
Evidentemente los demonios deambulan entre la la literatura., en ella se perciben aquellos intrínsecos, alentadores de inspiración, huéspedes del genio, desinhibidores del eros; promotores de la sátira, representantes de la introspección melancólica ... y aquellos explicitados por el lenguaje. nominales, narrativos, personajes que corresponden a una tradición literaria responsable de transformar su contigüidad horrorizante por la metáfora; pues siempre es más tolerable el símbolo del mal que la factualidad diabólica.
Los autores de los siglos XVI y XVll lo supieron porque su entorno ideológico acrisoló, aprovechó y recreó de diversas maneras el mito alrededor del diablo y sus secuaces en el mundo mundo.