Resumen:
Los cronistas de la literatura han visto en Vicente Riva Palacio a una figura destacada del género de la novela histórica. Tal es el caso de Anderson Imbert, quien lo califica de «hombre de archivos», «coleccionista de anécdotas» y conocedor a fondo de «los entretelones de la Inquisición» (1986: 280). Como a la gran mayoría de los literatos del siglo XIX, le reconoce su aporte en la modalidad de publicaciones de folletín, aunque considera que sus novelas son relaciones de aventuras y no estéticas evocaciones del
pasado novohispano. Respecto a las dos obras, objeto del presente trabajo, se da relevancia a Martín Garatuza sobre las demás que escribió. 1 Es posible acordar que tal es, efectivamente, la narración más popular de Riva Palacio; los historiadores de la literatura mexicana en general la consideran la mejor de sus obras.