Resumen:
Al concluir el antiguo orden novohispano había tres representaciones generales sobre
la idea de América: una la defi nía como la patria americana, otra la concebía en tanto
conjunto de reinos con alta calidad para la competencia internacional, y la tercera era la
concepción de la integralidad con la monarquía española.
Publicistas, sacerdotes, funcionarios de instituciones políticas y escritores del último tramo
colonial participaron en la conformación de una imagen multivariada y contrastante los
distintos territorios virreinales, provincias, ciudades, pueblos y villas de la América española.
La formación de estas tres concepciones interrelacionadas de lo que fue América no
se debió a las llamadas infl uencias externas, como lo habían explicado en su momento las
posiciones que veían en el factor ilustración francesa y jacobinismo el motor que pudiera
explicar las transformaciones políticas y culturales vividas en el interior de los virreinatos
como lo fue el novohispano. La idea central es que la construcción de América, o su invención,
como la llamó Edmundo O´Gorman, fue producto de un movimiento político
y cultural de ilustración llevado en el interior de Hispanoamérica como una manera de
encontrar una posición estratégica para competir en un orden internacional mayor. Esto
supone que la identidad no fue una construcción en sí misma, sino que se desarrolló en
función de un orden internacional que, en todo caso, contribuyó en su conformación.