Resumen:
El 8 de diciembre de 1702 el francisco fray Manuel Arguello, lector jubilado y provincial de la Provincia de Santo Evangelio, llegó a la ciudad de Puebla invitado por el cabildo de la catedral para predicar el sermón principal de la festividad de la Inmaculada Concepción. Sin embargo, su intervención resultó tan polémica que a los pocos días empezaron a circular libelos y sátiras que, a su vez, dieron lugar a defensas, contra ataques y denuncias mutuas antes la inquisición.